lunes, 15 de noviembre de 2010

Alceo de MItilene

Si podemos mencionar a uno de los primeros exponentes de la poesía, con carácter de protesta, podemos poner al frente el nombre de Alceo de Mitilene. Nació en el año 630 a. C. en la ciudad de Mitilene, ubicada en la isla de Lesbos y, su muerte, es tan incierta, como el origen de su genialidad dentro de la poesía. Alceo fue miembro de la aristocracia gobernante de la ciudad de Mitilene. Misma posición tenía la poetisa Safo, poetisa que tuvo una relación amistosa con Alceo y con quien compartió el gusto por la poesía.
La posición política de Alceo hizo que el mismo se viera inmerso en un sin fin de asuntos políticos y disputas internas, quizá por ello expresaba sus ideas políticas a través de la poesía, debido a que Alceo apoyaba a su clase en contra de los tiranos que se habían autoproclamado la voz del pueblo, y esto lo podemos ver en el momento en el que Alceo dice estas palabras en una de sus poemas “… Suena, tomando parte en el banquete la lira; y mientras anda él festejado con necios charlatanes… que, empedrado con la casa de Atrida, devore la ciudad, como ya en tiempos del tirano Mirsilo…”.Esto causo que estuviera durante mucho tiempo en el exilio. Pero nunca se vio fallido en la lucha contra los tiranos, pues una reconciliación con el gobernante Pitaco hizo que, poco después, él pudiera retomar el control de la majestuosa ciudad de la isla de Lesbos, pero su opinión hacia este gobernante tirano era fuerte, fuerza que se vio reflejada en uno de sus poemas, en el cual, nos dice “… ese hombre… que anda, hecho una furia, tras del máximo poder, no tardará en echar abajo la ciudad, en el fiel de la balanza”.
Alceo rompió la barrera que limita al poeta a convertirse en un verdadero luchador de sus intereses y, sobre todo, en defender un pensamiento que estaba muy enraizado sin tener que usar la fuerza, sino que hizo que la poesía fuese su mayor instrumento de guerra.
La majestuosidad de su pensamiento, que fue redactado en el idioma eólico y traducido al latín por Horacio, quien lo considera como su gran modelo, fue reunida en tan solo diez tomos, los cuales, reúnen tan sólo fragmentos que nos muestran la situación política de la ciudad de Mitilene, cantos a los dioses, canciones de amor, etc. Pero por desgracia la poesía de Alceo sólo fue rescatada a través de apuntes, por ello, su obra esta reunida en simples fragmentos y, debido a esto, la crítica de su obra se torna difícil, pero la mayoría de las críticas de su obra son basadas a su posición política, por lo tanto, como su posición en la sociedad, logro obtener una gran posición dentro del mundo lírico..
Debido a los temas que maneja la poesía de Alceo podemos ver el gran valor histórico que contiene ésta, porque en el momento en que releemos aquellos fragmentos en los que declara su inconformidad política dentro de su patria, podemos viajar a un momento importante dentro de la ciudad de Mitilene.
La obra de Alceo, dentro de los tomos en los que podemos encontrar sus palabras navegando en un ligera línea del tiempo que espera ser desprendida del papel, podemos encontrar comentarios, profundos, hechos por los eruditos alejandrinos como lo son Aristófanes de Bizancio y Aristarco de Samotracia.
Alceo trascendió de una manera increíble dentro de la poesía, al punto de ser considerado por los eruditos como uno de los nueve grandes poetas líricos canónicos. Este reconocimiento por parte de los eruditos está bien justificado, porque Alceo va más allá de un simple poeta, sino que fue un hombre que luchó por Mitilene y siempre fue en busca de lo justo y, como ya lo había mencionado, este reconocimiento también fue bien merecido debido a que ha sido uno de los pocos poetas que lograron el control de su ciudad haciéndose escuchar a través de la poesía. Es un poeta que nunca cayó en un amargo silencio; siempre quiso ser escuchado por las masas para hacer llegar la verdad por la que pasaba su nación.
La poesía de Alceo me invade un sentimiento de enojo y odio, por ello, pareciera que una de las etapas de la obra de Alceo estuvo llena de un sentimiento de furia e impotencia; su única arma fue la poesía, pero pareciera que nunca se dio cuenta que dicha arma era la mejor que cualquier ser humano pudiese tener, pero su subconsciente se lo hizo saber (tarde o temprano) y no titubeo para poder usar ese poder que tenía su poesía, poder que hizo titubear a los tiranos de su época.
Historiador, manifestante y jugador de palabras, todo esto fue Alceo, y cada aspecto cumple su función dentro de su literatura. Podemos conocer a través de su obra toda la historia por la que pasó su querida nación. Podemos conocerlo a él como un gran manifestante que lucho en contra de los tiranos que dominaban su amada ciudad, pero los cuales cayeron ante el peso de su pluma. Pero, sobre todo, lo podemos conocer como un ser que siempre jugó con las letras para poder crear la poesía que, quizá, en este momento están disfrutando miles de personas y aprendiendo de él lo que pasó hace cientos de años, pero que sin duda volvemos a vivir gracias al poder evocado por la habilidad poética de Alceo.
Debemos agradecer a este poeta, debido a que en manos de él nos encontramos en el momento en que nuestros labios repasan la primera línea de sus versos, creando una atmósfera tan densa que nos ahogamos con los puños cerrados de Alceo en el momento en el que él ponía la primera letra en el papel.
Al final podemos recordar a Alceo como el poeta que deslumbró a una población antigua y actual, pero con su lira aún sonando a lo lejos lleno de un nuevo deseo y el cantará con el fervor que le distingue entre el polvo de las constelaciones.

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